¿Merece la pena poner placas solares en segunda vivienda?

Pongámonos en situación: tienes una segunda residencia y estás pensando en instalar placas solares. Suena bien, ¿verdad? Ahorro en la factura, energía limpia y la satisfacción de aprovechar el sol… Pero antes de dar el paso, seguro que te preguntas: ¿realmente merece la pena poner placas solares en una segunda vivienda?

La respuesta depende de varios factores clave como la cantidad de luz solar que recibe tu casa, la ubicación y cuánto tiempo pasas allí al año. En este artículo te contamos todo, sin rodeos, para que sepas si las placas solares son una buena inversión en tu caso. ¡Vamos a ello!

Ventajas de instalar placas solares en segunda residencia

Aunque no pases todo el año en tu segunda residencia, instalar placas solares puede ser una de las mejores decisiones que tomes. ¿Por qué? Porque más allá del ahorro en la factura, hay beneficios que no siempre se tienen en cuenta. Estas son las razones por las que merece la pena apostar por la energía solar en tu segundo hogar:

Gastas menos, ahorras más

No importa si solo visitas tu segunda casa durante los fines de semana o en vacaciones: con placas solares, cada rayo de sol cuenta. Podrías reducir tu factura eléctrica hasta en un 50%, dependiendo del tamaño de la instalación y el consumo. Menos euros para la compañía eléctrica, más para el ahorro.

Contribuyes al cuidado del planeta

La energía solar no contamina, no emite CO2 y ayuda a reducir tu huella de carbono. Cada rayo de sol que conviertes en electricidad es un pequeño paso hacia un mundo más sostenible. ¿No es genial contribuir al medio ambiente mientras ahorras?

Aumentas el valor de tu propiedad

Las viviendas con placas solares son más atractivas en el mercado inmobiliario. Si decides venderla, la instalación fotovoltaica puede aumentar su valor hasta en un 4%. Además, mejora la calificación energética de tu segunda residencia, algo que muchos compradores valoran hoy en día.

Amortizas la inversión en pocos años

Aunque el coste inicial puede parecer alto, las placas solares son una inversión que se amortiza en pocos años, especialmente si aprovechas las subvenciones. En menos de una década, habrás compensado el desembolso inicial y disfrutarás de energía prácticamente gratuita.

Disfrutas de hasta 25 años de energía sin complicaciones

Las placas solares tienen una vida útil de hasta 25 años y requieren un mantenimiento mínimo. Un par de limpiezas al año y una revisión periódica bastarán para garantizar su rendimiento óptimo. Energía renovable con cero preocupaciones.

Puedes ganar dinero con el excedente que no uses

Cuando no estás en tu segunda residencia, los paneles solares no descansan. La energía que generan y no utilizas puede ser vertida a la red eléctrica, y a cambio recibirás una compensación económica. Una manera inteligente de sacar aún más partido a tu instalación.

Puedes aprovechar las subvenciones para reducir el coste inicial

Las subvenciones para instalar placas solares en segunda vivienda pueden cubrir hasta un 40% del coste total, dependiendo de la comunidad autónoma en la que se encuentre tu propiedad. Y no solo eso: algunas administraciones también ofrecen deducciones en el IRPF, además de bonificaciones en el IBI y el ICIO. 

No te faltará energía cuando más la necesites

En segundas residencias, es habitual contratar una potencia eléctrica baja para ahorrar en la factura. Sin embargo, esto puede jugarte una mala pasada cuando decidas usar varios electrodomésticos a la vez. Con las placas solares, este problema desaparece: la energía generada por tus paneles complementa la potencia contratada, asegurando que nunca te quedes corto, incluso en los momentos de mayor consumo.

Factores clave a considerar antes de instalar placas solares

Ya lo mencionamos al principio: la respuesta a si merece la pena poner placas solares en tu segunda vivienda depende de varios factores. Ahora es el momento de desgranarlos para que tomes la mejor decisión posible:

El tiempo que pasas en tu segunda vivienda

Si solo visitas tu segunda residencia en vacaciones o fines de semana, tu consumo será más irregular. Por eso, es fundamental planificar una instalación que cubra tus necesidades cuando estés allí y aproveche al máximo la energía en tu ausencia. Ajustar el número de paneles evitará sobredimensionar el sistema, y añadir baterías puede ser la solución ideal para almacenar el excedente y utilizarlo más adelante. De este modo, lograrás un equilibrio perfecto entre eficiencia y ahorro.

La cantidad de luz solar que recibe tu propiedad

La ubicación de tu casa es uno de los factores más importantes. Si está en una zona con muchas horas de sol, necesitarás menos paneles para alcanzar un rendimiento óptimo. Sin embargo, no solo importa la cantidad de sol: la orientación del tejado y la presencia de sombras también juegan un papel crucial. Evalúa si hay árboles, edificios cercanos o cualquier otro obstáculo que pueda reducir la exposición solar de los paneles. Un análisis técnico previo es esencial para aprovechar al máximo cada rayo de sol.

Protección de la instalación

Si no pasas todo el año en tu segunda residencia, proteger tu instalación desde el principio es clave. Un buen anclaje es fundamental, en especial si la casa está en una zona propensa a fuertes vientos o nevadas. Además, fenómenos como la calima o la acumulación de nieve pueden reducir la eficiencia de los paneles si no se limpian a tiempo.

Para evitar preocupaciones, un sistema de monitoreo remoto te permitirá detectar cualquier problema desde donde estés, asegurando que tu instalación siempre rinda al máximo sin necesidad de desplazamientos innecesarios.

Preguntas frecuentes

¿Puedo aprovechar los excedentes fotovoltaicos para compensar la factura en una segunda vivienda?

Sí, puedes compensar la factura en una segunda vivienda con los excedentes de tu instalación fotovoltaica. Gracias a las baterías virtuales, los excedentes que producen tus paneles y viertes a la red no se pierden. En lugar de almacenarse en kilovatios-hora, se transforman en euros que se aplican para reducir el coste de tu factura eléctrica.

A fin de mes, este saldo económico se utiliza primero para compensar el suministro principal asociado a la instalación. Si sobra, puedes guardarlo para futuras facturas o incluso usarlo para cubrir parte del consumo eléctrico de tu segunda vivienda. Una manera flexible e inteligente de aprovechar cada rayo de sol.

¿Cuánto cuesta poner placas solares en una segunda residencia?

El coste de instalar placas solares en una segunda vivienda puede variar dependiendo de factores como el tamaño del sistema, la calidad de los paneles, la complejidad de la instalación y las subvenciones disponibles. En general, el precio por kilovatio pico (kWp) instalado oscila entre 1.200 y 1.800 euros. 

Esto significa que para una instalación estándar de 3 a 6 kWp, el coste total puede ir desde los 3.600 hasta los 10.800 euros. La buena noticia es que muchas comunidades ofrecen subvenciones que pueden reducir considerablemente el desembolso inicial, haciendo que la inversión sea mucho más accesible.

Conclusión

Como has visto, merece la pena poner placas solares en una segunda vivienda, pero siempre teniendo en cuenta tus necesidades y las características de tu propiedad. Eso sí, no olvides analizar factores como el tiempo que pasas en la vivienda, la ubicación y las condiciones específicas del entorno para maximizar los beneficios de tu instalación.

Si tu segunda residencia está en la provincia de Sevilla o en la provincia de Cádiz, ¡estás de suerte! En El Sol es Gratis te ofrecemos un estudio energético gratuito para que sepas exactamente cuánto podrías ahorrar y cómo optimizar tu instalación. Sin compromisos ni letra pequeña, estamos aquí para resolver tus dudas y ayudarte a dar el salto a la energía solar. ¡Contáctanos y aprovecha todo el potencial del sol para tu segunda vivienda!

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